El concepto de competencia se introduce de forma generalizada asemejándose, una vez más, a una de las muchas ideas que periódicamente van difundiéndose en la enseñanza. Quizás hoy en día pueda ser una moda (como tantas reformas que han pasado en nuestro Sistema Educativo Nacional) que como tal puede tener sus días contados. Sin embargo, existen razones de peso que nos permite considerar que las ideas que fundamentan el concepto de competencia puede tener una incidencia trascendental en la enseñanza. Pero ante esto ¿Cuáles serían los argumentos que justifican la introducción del concepto de competencia en la educación? ¿Qué tipo de enseñanza se pretende superar con su introducción en las aulas?
El uso del término competencia es una consecuencia de la necesidad de superar una enseñanza que, en la mayoría de los casos, se ha reducido al aprendizaje memorístico de conocimientos, hecho que conlleva la dificultad para que éstos puedan ser aplicados en la vida real. Distintas son las definiciones de competencia que a lo largo de las últimas décadas se han ido laborando desde diferentes organismos e instituciones. Al principio surgieron dentro del mundo laboral (gerencial), para después extenderse a todos los ámbitos formativos y entre ellos, de forma contundente a la educación.
La competencia, en el ámbito de la educación escolar, ha de identificar aquello que necesita cualquier persona para dar respuesta a los problemas a los que se enfrentará a lo largo de su vida. Por lo tanto, la competencia consistirá en la intervención eficaz en los diferentes ámbitos de la vida, mediante acciones en las que se movilizan, al mismo tiempo y de manera interrelacionada, componentes actitudinales, procedimentales y conceptúales. Por lo tanto enseñar competencias implica utilizar formas de enseñanza consistentes en dar respuesta a situaciones, conflictos y problemas cercanos a la vida real.
No podemos olvidarnos que dentro el concepto de competencia un aspecto importante es el Aprendizaje. A lo largo de la lectura hace referencia a lo importante que es que el alumno aprenda, por ello el aprendizaje es una construcción del conocimiento donde unas piezas encajan con las otros en un todo coherente. Por tanto, para que se produzca un auténtico aprendizaje, es decir un aprendizaje a lo largo plazo y que no sea fácilmente sometido al olvido, es necesario conectar la estrategia didáctica del docente con las ideas previas del alumnado y presentar la información de manera coherente y no arbitraria, construyendo, de manera sólida, los conceptos, conectándolos unos a otros para conformar una red de conocimiento para ello se puede valer de mapas conceptuales, mapas mentales, etc. Es así como el docente tiene que ser un mediador entendiéndose como aquél que puede proveer las herramientas físicas o psicológicas que supone que el estudiante necesita, es decir mucho se ganaría si el docente se preocupará por escuchar al alumno y por responder lo más cerca posible a las necesidades cognoscitivas del alumno siendo consciente de lo que hace desde los propios marcos teórico- prácticos de entendimiento y resolución de la realidad que el maestro tiene asimilados y que practica en su mundo profesional. Estoy convencido que el alumno es quien se apropia del conocimiento y que lo hace suyo pero nuestro papel como docente en ser mediadores es vital para que él logre dicho aprendizaje siempre y cuando el docente seleccione las tareas o acciones necesarias para lograr un aprendizaje significativo.
Con el aprendizaje significativo el alumno da sentido a aquello que puede tener sentido, a lo que puede comprender, a lo que está dentro de su campo próximo (Zona del Desarrollo Próximo) de aprendizaje, ya que fuera de esta zona próxima no nos puede entender. El aprendizaje significativo da al alumno los elementos de anclaje en la experiencia propia de los conceptos nuevos que se presentan de manera coherente e interconectada, por lo que no existen aprendizajes no significativos.
Para finalizar esta reflexión quiero referirme al Aprendizaje Situado como una postura que permite ubicar los procesos de enseñanza – aprendizaje de determinados contenidos para realizar acciones que permitan desarrollar competencias. En esta misma dirección, se comparte la idea de que aprender y hacer son acciones inseparables. Bajo éste contexto situar al aprendizaje implica favorecer el descubrimiento, por parte del alumno, de su verdadero interés por aprender con el fin de aproximarse a la construcción del conocimiento. En síntesis esta postura afirma que todo conocimiento, producto del aprendizaje puede definirse como situado en el sentido de que ocurre un contexto y situación determinada, y es resultado de la actividad de la persona que aprende en este caso el alumno en interacción con otras personas.
Por otra parte quiero expresar mi sentir sobre utilizar las dos utilerías, y realmente la experiencia es enriquecedora, aunque debe reconocer que fue un poco difícil por no estar acostumbrado a leer electrónicamente y realizar mis comentarios, así como subrayar en el documento, ya que siempre lo he realizado físicamente. Sin embargo a pesar de ser un poco complejo pude adaptarme y realizar la actividad.